Conozco.

Conozco un lugar en el que todo está bien.
Conozco un lugar dónde todo te hace sonreír.
Conozco un lugar en el que gritar.
Conozco un lugar lleno de luz.
Sé dónde está pero no puedo llegar hasta él. Se me escapa entre los dedos cuando intento alcanzarlo. Se desvanece. Gira. Se esconde. Corre. Se aleja, mofándose de mis deseos de pisar esa hierba suave que lo cubre todo.
Quiero llegar pero las cadenas que me atan a esta acera que piso no me dejan. Me aprisionan en un lugar dónde las cosas son grises y dónde la tristeza acecha en cada esquina, esperando a que pases junto a ella para atraparte en sus dolorosas garras. Aquí intento respirar pero me ahogo en un vaso de agua.
Me estiro y me estiro. Me pongo de puntillas y alargo el brazo.
Veo el reflejo de la luz. Lo sigo ¿Llegaré esta vez? No lo sé, pero al menos quiero intentarlo. Quiero pisar ese jardín de esperanza que otras veces tan sólo he llegado a vislumbrar.
Trago saliva, me meto las manos en los bolsillos y camino.


3 comentarios:

  1. Impresiona identificarse con ese lugar. Buscar siempre es igual a encontrar Irene. Solo hace falta dedicarle tiempo y autoconfianza, no lo olvides ;)

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  2. iio tnbn qiero ir a ese lugaar:)
    diezmitodo.blogspot.com

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