Creo que...

"No me esperaba esto. No me esperaba esto. No me esperaba esto".
Me late el corazón demasiado, casi duele. Creo que se me va a salir del pecho como siga a este ritmo, y no es una metáfora.
Estoy muy nerviosa, debería calmarme pero no puedo. En los libros describen esta situación como confusa, pero yo no estoy nada confusa, es más, lo veo todo con más color, más grande y más definido. La adrenalina surca mis venas y siento que voy a salir corriendo en cualquier momento, pero no debo hacerlo o todo lo que he hecho habrá sido para nada: Estoy aquí y aquí me quedaré.
Su olor impregna toda la habitación y comienza a adherirse a mi piel y ropa. Eso no me importaría si él estuviera pegado a mí, pero nos separan por lo menos cinco horribles y angustiosos pasos ya que yo estoy pegada a su pared, no sé si para sujetarla por si se cae o para que ella me sujete a mí.
Le he dicho lo que siento, pero aún no ha reaccionado. Sigue parado, con las manos en los bolsillos y mirándome fijamente como si intentara atravesarme con su mirada...
"No, espera, está avanzando. Avanza. Avanza." Pienso histéricamente.
Intento respirar hondo pero lo único que consigo es un jadeo sordo. Quiero abofetearme, esta conducta no es propia de mí. Yo siempre controlo la situación y son los demás los que tiemblan ante mi mirada.
Ya sólo nos separa un paso. Y en el intervalo que tarda en cruzarlo dejo de respirar. Sus ojos miran a los míos y a mi boca en intervalos regulares, y comienzo a respirar agitadamente cuando comprendo que va a besarme. A mí. Me va a besar a mí.
Apoya su frente contra la mía y lentamente sus labios rozan los míos. Primero suavemente y luego con más pasión. Sus manos acarician mi cintura y las mías su pelo que es tan liso que casi se me resbalan. Normalmente suele ser malo juntar el fuego y la gasolina, pero en este caso, creo que es lo mejor que se ha hecho. Esta explosión que estoy sintiendo me llena de vida y hace que me ardan las mejillas.
¿Lo deseaba tanto como yo? Porque si es así, soy toda suya.
El corazón sigue latiendome muy deprisa. He cruzado la línea que separaba el casi-dolor del dolor, pero ya no me importa. Nunca creí que el sufrimiento pudiera ser tan agradable... Creo que me podría llegar a acostumbrar.

2 comentarios:

  1. precioso blog, me ha gustado mucho como escribes.
    te sigo ;)

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  2. Un relato muy bonito y romántico, me encanta como escribe sme he sentido muy identificada por la chica ^^
    Me encanta tu blog, te sigo ^-^

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